







Juan Fco. Sempere (Juanillo)

BEHIND THE SCENES
De la maquinaria escénica a los libros de historia.
Maquinista como tal no, pero según se relata en el libro "Leonardo, anatomía y vuelo"(ed. tikal), el joven Leonardo comienza su andadura en el camino que le llevará a ser uno de los mas grandes cerebros de la historia de la mano de los llamados "artistas-ingenieros" florentinos, una mezcla de ingeniero, escenógrafo y carpintero.

La idea de crear una máquina voladora con la que hacer realidad uno de los más sugestivos sueños del hombre parece tomar cuerpo en las investigaciones de Leonardo a partir de una serie de estímulos recibidos en sus años de juventud en Florencia 1469-82.
Primero, la experiencia formativa en los talleres de artistas y artesanos, donde el genio adolescente entra en contacto con la tradición florentina de las máquinas escénicas destinadas a despertar el estupor de los espectadores con "efectos especiales" que incluían aparatos voladores de diferentes tipos. Después, la pasión por el mundo animal y en particular , del estudio del vuelo de los pájaros, posteriormente los estímulos del arte florentino, en el que eran frecuentes imágenes tales como "dragones alados" y otros animales fantásticos.
Por último, los estudios anticipadores de los ingenieros toscanos del siglo XV, con sus proyectos de máquinas innovadoras con las que lanzar un primer desafío a los limites humanos.
Máquinas para espectáculos
En torno a 1469, Leonardo se traslada de su Vinci natal a Florencia donde frecuenta durante algunos años el taller de Andrea del Verrocchio. Allí, como en otros famosos talleres florentinos de la época, no solo se pintaba y esculpía, también se preparaban aparatos para fiestas y espectáculos teatrales.
En esas representaciones, además de la interpretación, destacaba la movilidad de los aparatos escénicos, basada en complicadas máquinas llamadas "ingenios". Los espectadores se encontraban frente a cuadros vivientes, dominados por el movimiento de las estructuras escénicas, incluidos los actores. Los talleres florentinos se habían hecho famosos por estos montajes.
En 1439, el obispo de Suzdal realizo detalladas descripciones de los espectáculos a los que asistió. Relata, ¨{El cielo se abre y se ve al padre celestial suspendido en el aire de un modo "milagroso", mientras la persona que representa a Jesús parece realmente ascender por sí misma; y sin tambalearse llega a una gran altura. El ángel, al ascender, lanza voces de júbilo, agita las manos y mueve las alas como si volase realmente}".
En marzo 1471, Florencia recibió la visita de Galeazzo Maria Sforza. Verrocchio había participado en la preparación de las fiestas en honor al duque de Milán que se acompañaron de representaciones sacras. En estas representaciones, el acento debía recaer en la simulación de movimientos de ascenso vertical y de vuelo. Ángeles que, suspendidos sobre una nube, descendían para volver a elevarse en compañía de Cristo en la Ascensión, o una mandorla con el arcángel san Gabriel bajando del cielo donde otros ángeles estaban suspendidos.
Todos estos aparatos eran dirigidos y movidos por máquinas motrices. Los "artistas-ingenieros" más destacados de la época se habían dedicado a su invención. Es muy probable que espectáculo de la Anunciación al que asistió el duque en 1471 estuviese basado en gran parte en los ingenios realizados en la primera mitad del siglo por el principal arquitecto florentino del Renacimiento, Filippo Brunelleschi.
Éste fue el mundo que el joven Leonardo frecuentó; los talleres florentinos, que creaban, no solo obras maestras artísticas, sino también máquinas portentosas. Y es en este ambiente donde, muy probablemente, surge en Leonardo la primera idea de realizar una máquina voladora capaz de imitar a los pájaros.
En una hoja de estudios que data de sus años de juventud ( 1 ) se ve claramente una figura con alas de murciélago (solo una de las alas está completamente delineada; justo a la derecha se ve el mecanismo motor de una gran ala( 2 ), mientras que el boceto de otra ala, con la raíz unida a una barra, aparece en la parte derecha( 3)( yo no lo veo claro ). Estos bocetos hacen referencia a una maquina voladora, pero con una finalidad muy particular.
En la figura con alas de murciélago ( 4 ), aparte de del cuerpo donde se reconoce una cabeza, un pecho y lo que podría ser una cola, se ven cables enrollados a una polea para generar un movimiento de giro en las alas. Por esto se puede suponer que no estamos ante un estudio genérico para la maquina voladora, como los realizados en años posteriores, si no ante el proyecto para un ingenio, un ángel o un ser infernal destinado a volar suspendido por cables en una representación escénica.
Sonido y luces
En una hoja del Códice Atlántico encontramos también un mecanismo que sirve -escribe Leonardo- {para generar una gran voz}, algo muy útil en una representación escénica. (5, dibujo principal en parte superior derecha).
El el reverso de la hoja, la anotación incompleta "{Pera fare un lume grande fa fare}" (Para hacer una luz grande ha de hacer) parece afrontar un problema de luces propio de teatro, problema que reaparece en otros apuntes y dibujos de la época que representan linternas, en una de las cuales la anotación "poni sopra alle stelle" (por encima de las estrellas) confirma que se trata de un dibujo escénico.
Fuente wikipedia
Leonardo aparecía en la lista de los ingenieros de los Sforza y cuando fue enviado a Pavía, el 21 de junio de 1493, lo hizo con el título de «ingéniarius ducalis». Sforza le encargó la realización de diversas tareas, dándole el mítico título de «Apeles florentino», reconocimiento reservado únicamente a los grandes pintores. De esta manera se dedicó a «organizar fiestas y espectáculos con decoraciones suntuosas» en el palacio e inventando tramoyas que maravillaban al público, como en la boda de Ludovico Sforza y Beatriz de Este y para la de Ana Sforza y Alfonso I.
¡¡Un Dragóoooon!!
Curiosamente y también en este libro he encontrado una referencia a un proyecto escénico del joven Leonardo que me encanta comparar con el que hicimos Juanjo de la Fuente y yo para el musical de Shrek; un dragón. Ver como uno de los genios perpetuos de la humanidad se ha enfrentado al mismo problema que tuvimos que afrontar nosotros es una cosa que me llena de gran satisfacción. Con seguridad se que si Leonardo hubiese tenido los recursos que tuvimos Juanjo y yo, ahora mismo su dragón estaría volando por algún escenario sin emplear un solo cable. Por otro lado estoy seguro de que se hubiese quitado el sombrero al ver el resultado logrado en la solución de las alas y cabeza por parte de maese Juanjo y de la estructura corpórea plegable de la que estoy bien orgulloso.
Volviendo al trabajo de Leonardo, se cita en el libro; En el anverso de una hoja se ve claramente el boceto de un dragón alado con las alas apenas esbozadas. Éstas se vuelven membranosas, como las de la máquina alada dibujada en el reverso de la hoja relativo a una escena de lucha con el dragón en la que Leonardo trabajaba en ese periodo.






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